
Las
acciones son títulos que emiten las empresas a sus socios para que
éstos puedan demostrar que son accionistas (propietarios) de la misma.
Cada acción otorga, de manera proporcional, derechos a sus propietarios
sobre las utilidades de la empresa. Es importante conocer la cantidad
total de acciones de una empresa para poder realizar análisis
fundamental de la misma.
Una
acción o acción ordinaria también es un título emitido por una sociedad
que representa el valor de una de las fracciones iguales en que se
divide su capital social. Las acciones, generalmente, confieren a su
titular, llamado accionista, derechos políticos, como el de voto en la
junta de accionistas de la entidad, y económicos, como participar en los
beneficios de la empresa.
Como
inversión, supone una inversión en renta variable, dado que no tiene un
retorno fijo establecido por contrato, sino que depende de la buena
marcha de la empresa.
Salvo excepciones, como sucede por ejemplo con las acciones
preferenciales, una acción común u ordinaria da a su poseedor derecho
para emitir un voto en la Junta de Accionistas. Dicha Junta es la
encargada de nombrar un administrador o un Consejo de Administración
para la sociedad y de adoptar las decisiones estratégicas de la misma.
Por lo tanto, cuantas más acciones se poseen, más votos se tienen y
mayor es la capacidad de decisión de su propietario.
En
general, y salvo que existan pactos estatutarios que limiten el control
total de una sociedad por un solo accionista, para ejercer el control
de cualquier sociedad constituida por acciones se necesita poseer la
llamada mayoría absoluta, es decir: más del 50% del total de las
acciones que se encuentran en circulación.
Sin embargo, en la práctica, y en grandes compañías, basta con poseer
entre el 15 y el 20% del capital para ejercer una influencia decisiva en
la dirección de la empresa.
Sascha Pérez. Abogado/ Consultor Corporativo
Sascha Pérez. Abogado/ Consultor Corporativo
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